jueves, 7 de marzo de 2013

Cuando Hay Santos Nuevos, los Viejos no Hacen Milagro.

Cuantas veces has leído la frase "Cuando hay santos nuevos, los viejos no hacen milagro", frase por lo general de un amigo, que te reprocha el hecho de no pasar mucho tiempo juntos ahora, porque frecuentas a otras personas, por compartir otros intereses, por encontrar a alguien más que tiene muchas cosas en común.

Pero, cuando dicen esa frase, alguno habrá pensado, ¿Por qué ya no soy yo esa persona que frecuenta, por qué ya no tenemos tanto tiempo compartido, descuidé en alguno momento la amistad? No creo que lo hagan, por lo general asumimos que es la otra persona que tiene la culpa del distanciamiento. 

De haber un nuevo santo es porque tienes espacio para venerarlo, de haber estado ocupada con el primero, no creo que eso pase.

Hay personas, que por distintas razones, estudio, trabajos, intereses, amor, se aleja de sus amistades y luego reclama su puesto, pero ciertamente, la vida continúa, se conocen personas que llenan ese espacio y es normal que se pase más tiempo con ellas.

Es maravilloso, cuando tu amigo entiende, que estabas ocupado, pero también lo es el reconocer que desatendí la amistad.

Si hay algo que he comprado con los años es que las buenas amistades, las que maduran con los años, están ahí, aunque no hables con ellas a diario, aunque no compartas todo lo que un día compartiste, pero que te las encuentras en la calle, te reúnes y hablan por horas como si el tiempo no ha pasado. 

Me alegra tener personas en mi vida, con las que sé me sentaré en unos años, Dios mediante, a conversar de todo lo que hemos vivido.

"La amistad más bella y duradera es la que existe entre dos personas que esperan mucho la una de la otra, pero jamás lo exigen." George Bernard Shaw